



Rashâd montaba un precioso corcel color azabache que le había regalado su otrora amigo y protector el egregio Abu Amir Muhammad ibn Abi, al que habían apodado Al-Mansûr (el victorioso) o como los cristianos le llamaban: Almanzor. Rashâd y Al-Mansûr eran primos … Sigue leyendo
Confieso que nunca fui persona honrada, es mas, ni siquiera lo pretendí. Nací ruin y depravado, y viví y me enriquecí con la pobreza de otros. Durante años desahucié, embargué y atesoré; todo ello por codicia y sin conocer remordimiento alguno. … Sigue leyendo