Son innumerables las veces que hemos denunciado la situación de aislamiento de nuestros seis pueblos y el abandono que sufren en temas como sanidad, educación, transporte, etc.
Esta misma semana se ha producido la muerte de una niña por varicela en el Condado de Treviño que, aunque pertenece a Burgos, geográficamente está dentro de Álava y sujeto a un convenio de asistencia sanitaria suscrito entre las comunidades del País Vasco y Castilla y León.
Algo muy parecido a lo que ocurre con nuestros pueblos y el convenio entre Madrid y Castilla la Mancha, que dicho sea de paso, es una auténtica chapuza por su continuo incumplimiento. Son numerosos e inaceptables los casos de urgencia en los que se ha puesto en riesgo la vida de los residentes por desatención médica o denegación de ambulancia o como en el caso que cuentan Margarita y Benjamín, donde se cobró la vida de su padre.
De la muerte de Pablo Martín ya han pasado más de diez años. Sobra decir que nadie pagó con su cargo ni asumió responsabilidades. Nuestros «próceres políticos» se lavaron las manos emulando a Pilatos y pasaron página, como si la muerte de una persona por falta de atención, no fuese una tragedia que nunca debiera haber sucedido. Hoy, todo sigue igual y antes o después… la tragedia volverá a repetirse y el luto llegará de nuevo a nuestros pueblos, al tiempo que los «ilustres diputados» correrán a esconderse en sus enmoquetados despachos para salvar su «ilustre culo».
Nos hacemos eco de un video emitido por Antena 3 en el espacio matinal «Espejo Público», en el que se habla de El Cardoso de la Sierra y «los otros Treviños» que padecen una situación parecida a la de este enclave burgalés.
Ahí, dando cañita de la buena a estos desalmados a los que no les importan nada la vida de nuestros familiares que viven en El Cardoso y sus barrios. ¡ Si fuesen sus padres, veriais como perdían el culo ! Pandilla de inútiles que solo valen para pastar del presupuesto.
Nuestro empeño no tiene que flaquear, y que todo el mundo sepa unos pocos hacemos un montón.
Y desde aquí AGRADECER en mayúsculas a nuestro médico, Ramón Larrea que sea el único que de verdad se preocupa y se pelea por nosotros. El que va a Madrid y da la cara y hace lo mismo en Guadalajara. Cuántos deberían aprender de su profesionalidad y su humanidad. Un agradecimiento enorme.
A pesar de vuestro empeño y el de otros pocos, no creo que las cosas vayan a cambiar mientras sigamos perteneciendo a Guadalajara ya que para la Diputación Guadalajara se acaba en Majaelrayo. Como dice el refrán «ni comen ni dejan comer», no nos quieren pero tampoco quieren que pertenezcamos a Madrid. De todas formas, gracias.
Efectivamente ¡ tantas y tantas veces ! y…….. ¡ existen las hemerotecas, archivos, etc., !.